El
león asiático es
la única subespecie
de
león
que
puede encontrarse actualmente fuera de África.
El
león asiático recuerda en todo a sus parientes africanos, aunque se
pueden citar algunas sutiles diferencias. Para empezar, es un poco
más pequeño y menos corpulento que los leones africanos, rondando
los 160 – 190 kg
en
el caso de los machos y los 110 - 120 kg en el de las hembras. Los
machos alcanzan una longitud de 1,70 – 1,80 m
de
largo más 70 – 105 cm
de
cola y hasta 1,07 m a la altura de la cruz, el macho más grande
registrado en el bosque de Gir medía 2,92 m de largo incluyendo la
cola, y tenía un peso de 190 kg. Las hembras, desprovistas de
melena,
son considerablemente más pequeñas, pues su longitud es de sólo
1,40 - 1,60 m sin contar la cola.
Los
leones asiáticos también tienen el pelaje
ligeramente
más claro, y la melena rojiza y más corta en los ejemplares
salvajes, en especial en la parte superior de la cabeza , la melena
se prolonga a lo largo del pecho. El mechón de pelo en los codos es
más notorio. También hay algunas características únicas en el
cráneo que sólo comparten los leones norteafricanos y asiáticos. Y
por último, los leones asiáticos siempre poseen un doblez
longitudinal en la piel del vientre, característica muy escasa en
los leones de África.
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