La mamba negra debe su nombre al color negro de su boca, pues en realidad el color de su piel puede llegar a ser desde verde hasta gris metálico. Es la serpiente más rápida del mundo pudiendo alcanzar a moverse entre 4 y 5 metros por segundos. Su peso es de 1,6 kilogramos y suele medir 2,5 metros, aunque puede alcanzar los 4.
Pero lo más importante de la mamba negra es su gran toxicidad, pues es la serpiente más venenosa de toda África. Suele encontrarse en países como Etiopía, Zambia o Uganda; entre otros muchos. Esta serpiente se ha llegado a adaptar a climas tan diferentes como son la sabana y los pantanos húmedos.
La mamba negra es una serpiente diurna. Aunque su nombre científico parece ser indicativo de que trepa a los árboles, la mamba negra raramente se puede encontrar en ellos.
Los principales componentes del veneno de la mamba negra son neuroxitanas. La tasa de mortalidad de sus mordeduras se aproximan al 100%, a menos que la víctima se trate oportunamente con el suero antiofídico. Una mamba negra puede potencialmente matar a un ser humano dentro de los 20 minutos, pero la muerte ocurre generalmente después de 30 a 60 minutos.
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